Disfrutar o trabajar al aire libre este verano puede volverse peligroso durante los días de calor extremo. Cuando la temperatura corporal aumenta y el cuerpo no logra enfriarse rápido, se produce un golpe de calor (“heatstroke”). El golpe de calor es una emergencia médica, potencialmente mortal, y sus signos de advertencia incluyen: temperatura corporal de 103 Fº (39 Cº) o más, piel enrojecida, caliente y seca; náuseas, mareos, dolor de cabeza y pulso rápido.
Si ve a alguien con alguno de estos signos, busque ayuda médica inmediata y tome las siguientes medidas para enfriar a la persona en lo que llega la ayuda:
- Lleve a la persona a un área sombreada.
- Utilice cualquier método disponible para enfriarla. Por ejemplo: dele una ducha fría; rocíe con agua fría con una manguera de jardín o, si hay poca humedad, envuélvala en una sábana mojada y fría mientras la abanica enérgicamente.
- Vigile su temperatura corporal hasta que baje a los 101-102 °F (entre 37 y 38 °C).