Noam Chomsky, pensador estadounidense a quien The New York Times señaló como “el más importante de los pensadores contemporáneos”. FOTO: CORTESÍA
MARIANA ESCOBAR ROLDÁN
Un artículo firmado en la revista Science por el prestigioso pensador estadounidense Noam Chomsky, por el experto antioqueño en cambio climático Germán Poveda; por Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, y por Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, le dice al mundo que el Gobierno colombiano está ignorando la forma en que el Acuerdo de paz con las Farc puede ser “una oportunidad extraordinaria para impulsar la educación, las ciencias y las humanidades”.
Según dicen los académicos, el costo de la guerra prolongada ha sido enorme para Colombia, no solo en el número de víctimas (8 millones) y sufrimientos humanos, sino también en el desvío y agotamiento de los recursos económicos nacionales. Por ejemplo, exponen que durante el período 2006-2016, el gasto promedio anual de la nación en ciencia y tecnología ascendió a 0,20% del PIB, muy por debajo de las cifras de otros países latinoamericanos como Brasil (1,21%), Argentina (0,65%), México (0,43% %), y Chile (0,42%).
“También se ha estimado que una paz definitiva en Colombia aumentará un 1% adicional el PIB nacional anual”, exponen, y advierten que a pesar del acuerdo de paz, el presupuesto de 2018 enviado por el gobierno de Santos al Congreso para su aprobación incluye un aumento del 8,2% para las fuerzas militares, y una disminución general para el resto de sectores, “una decisión altamente contradictoria proveniente de un Premio Nobel de Paz”.
Chomsky y los demás escriben que la situación es especialmente llamativa y desalentadora para la ciencia y la tecnología, debido a la reducción de 100 millones de dólares en 2017 a 75 millones de dólares en 2018. Lo anterior, calculan, significa menos de US $ 2 per cápita, muy por debajo de las cifras de otros países latinoamericanos como Brasil (US $ 473), México (US $ 188) y Argentina (US $ 130).
“La paz duradera y la nueva civilidad, que van mucho más allá del silenciamiento de las armas y del desmantelamiento de las armas, solo pueden lograrse conjuntamente con el mejoramiento del sistema educativo público que incluye la enseñanza primaria, secundaria y postsecundaria tanto de pregrado como de postgrado. El acuerdo de paz en Colombia también exige un apoyo en profundidad a las humanidades, incluyendo la filosofía, la historia, la geografía, la antropología, la sociología y la literatura, que involucran y apoyan la investigación científica en el campo de las ciencias naturales, la ingeniería, las matemáticas y la tecnología”, destacan los académicos.
Este nuevo propósito nacional, dicen, requiere (“necesario pero no suficiente”) la asignación de recursos financieros y económicos adecuados. “El acuerdo de paz abrió una oportunidad extraordinaria para intercambiar la guerra por la educación, reorientando el presupuesto utilizado hasta ahora para financiar la guerra hacia las tan necesarias inversiones en educación y ofreciendo un excelente escenario para impulsar la inversión pública en las ciencias naturales y sociales y las humanidades, hasta por lo menos la muy esperada recomendó el 2% del PIB para el beneficio de la sociedad colombiana”, sostienen.
“Desafortunadamente, el gobierno está ignorando equivocadamente esta oportunidad excepcional con el presupuesto 2018 propuesto, y por lo tanto exhortamos al Congreso a corregir tal error histórico”, concluyen.
fuente:http://www.elcolombiano.com